jueves, 20 de julio de 2023

NADIE



Dormía y florecía,

como siempre, aunque no lo sintamos,

como sangre por mis venas en un sueño,

tan real que estaba lleno de magia.

Era un núcleo,

un átomo de percepción,

alejado de todo en su vuelo estancado,

flotando sobre las paredes de las dimensiones

que normalmente me componen,

mota de polvo con sentido.

Puede que fuera un corpúsculo de la nada,

arrancado desde detrás del manto de la realidad

porque no había sitio en él

para dudas ni para certezas,

para dolor ni para placer,

el imperio de lo concreto

revelándose a mi ser errante.

Era un cuerpo,

el cuerpo de la mujer que siempre he deseado

pero que ya nunca más deseo,

abrazándose con el contoneo suave de sus caderas de eones

a la estructura pétrea de un gigante,

lo existente,

lo que todos somos.

No existe ya el deseo

porque estoy dentro de esa habitación esférico-metafísica

y su carne es concreta como la belleza,

su sexo una vagina que recoge todas las preguntas en su vientre,

que responde con oscuridad,

con el misterio de la existencia del amor

y sus labios húmedos son palabras de conocimiento.

Despierto,

pero ahora sé que no puedo perder lo que he soñado

mientras nade en el mar de la conciencia

y su aliento me hable.

 Licencia de Creative Commons 

NADIE by Jose Ángel Conde is licensed under a  

Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License

 

Foto:

-Tapis dans l'ombre de Valentin Betting.  







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deposita aquí parte de tu esencia