lunes, 17 de agosto de 2020

Estrella amarga
































Estrella amarga,
estrella por siempre fugaz,
consciente de mi consumición
al ver caer a las otras estrellas
en un cielo de ángeles caídos,
formado por los que perdemos la inocencia y el tiempo.
Yo derrito la porcelana que forma tu cara,
al fin y al cabo otra estrella gris imposible
que tampoco se encuentra mientras cae.
Mi vuelo fugaz hacia abajo a veces se condensa
formando la masa devoradora de un agujero negro,
como una bola de alquitrán en el interior de mi estómago
en la que se estancan todos mis malos pensamientos,
creciendo y creciendo con mi miedo a perderte,
absurda oscuridad si estás aún en el mundo
y éste no te ha perdido,
absurda oscuridad si todos pasamos,
tan sólo una araña negra grumosa
que cree pegarse al mundo con su viscosidad culpable
y con venas de odio centrípetamente fluyente.
Es preferible despegarse de esa babosa
que se arrastra por los remordimientos
y sacarla del cuerpo en lágrimas negras,
para seguir atravesando el cielo hacia abajo,
como una caricia estelar al firmamento.

 
Foto:  
Prisoners of the sky de Jim Steranko