Nuevos grados de existencia,
nuevas clases de frío.
La prosperidad es el desarme,
la moral es ahora la recarga
adaptándote al lenguaje
del nuevo organismo creciente.
La belleza era antes la armadura
mostrando princesas incluso entre
los guardias.
La soldadura la derrite,
cambiando la temperatura.
El frío viste la conducta
y las mandíbulas escupen chispas
en la fricción dolorosa de las
conversaciones,
moviendo la estructura simbionte
por situaciones prototipo
mil veces repetidas por siempre,
tu futuro de años-luz,
tu presente eterno
de realidad cibernética,
en el que todas las relaciones sean
circuitos
libremente controlados por la
no-inteligencia.
La lágrimas no existen
o son tornillos como junturas
de la cara artificial,
mientras pruebas el amplificador
con conversaciones hacia el
espacio.
Programa de existencia activado.
Acaso la nieve sea la carne
pródiga,
la única que queda
en unos círculos polares
imposibles.
Foto:
-Kissing the Sun, de Jacek Kaczyński