Dionisos es invencible con la jeringuilla.
En esta tienda se despachan sensaciones
y se abren túneles en tu vida
con excavadoras líquidas y suaves
que besan dulcemente tus sentidos.
Somos “yonquis” con “mono” de amor uterino
y sus arrullos etílicos
nos introducen en una placenta embriagadora,
llena de infinitos colores,
con tacto pegajoso y terso de vainilla.
Un mundo presocrático y carnal
donde la única ley
es lamer líquido amniótico de las aceras.
Caderas contoneantes y curvas como planetas
nos paren a otras realidades,
pero allá donde vayamos
llevamos su olor primigenio.
Tu boca es un útero
y ahora vuelvo a nacer.
Todos juntos
los fetos cortan como espadas las barrigas de sus madres,
como cáscaras de sandía,
y, entre pulpa roja,
comprueban lo doloroso que resulta nacer.
Foto:
-"Yonki", ilustración de Jose Ángel Conde (Josef A.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deposita aquí parte de tu esencia