lunes, 2 de abril de 2012

La mujer del tiempo
























Las sábanas suenan como un mar encrespado
cuando atravieso sus olas de un lado a otro de la cama.
Inquietud.
Miedo a no entender la posibilidad del morse de la locura
codificado dentro de mis presuntas bondades e ideas,
jeroglífico de soledad que se contempla en su propio espejo.
Veo dentro de mi propio marco la sociedad de este mundo entre mundos
moviéndose en implosión en busca de lo que es nada,
aunque pisoteando todos los interrogantes
con la máscara atronadora de su baile de huesos.
Pese a que el planeta inspira su propio oxígeno de gritos
siempre hay verdades y todo es existencia,
los sexos siempre tienen cara y dejan de ser animales de etiqueta,
y los zombies plateados buscarán el cobijo del camposanto comercial
en sus propios latidos.
En medio de las mentiras, siento que no hay nada que no sea verdad,
y, al aceptarlo todo, he besado a la mujer del tiempo
y he notado que sus besos querían que la besara.
Alrededor de la luna brillante de su boca
se ha formado la realidad caliente de la matrona que da forma a mi propia vida,
con su ombligo mágico latiendo detrás del ombligo de mi propio tiempo.

Safe Creative #1204021408923



Foto:
-Sin Lasangre, de Sin Lasangre






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