martes, 3 de julio de 2012

Perfume diesel















Ya no quiero caricias de hadas celtas
sino arañazos de leopardos de satén.
He sido tocado por un ángel prebíblico,
un gigante bello en su desangramiento,
y ya no es más voy a ser
sino soy.
Un guerrero asiático supersónico,
un hombre del este que cabalga
por las estepas de la ciudad.

Te busco por túneles magmáticos,
tanteando en su estrechez
paredes de amoníaco torturador,
perfume diesel que me desplaza.
Bajo la lengua
un trozo del corazón de un demonio
va abriendo a cada paso los poros
de la pequeña montaña que forma su tripa,
y hermana-vida me abre
el estanque sin fondo de sus fluidos.
Ahogado, mojado, saturado,
mi alma no puede respirar
y soy,
recordando por dónde he venido.

Así,
porque encontré la nostalgia en la casa de putas;
porque su lengua estaba forrada de plástico
y filtraba mi deseo.
Entonces comprendí,
y soy,
como detras de la silla eléctrica,
viajando por ondas hertzianas,
no sé si digitalizado,
pero sí alzado por un arcángel
para comenzar un coito celestial
con cada cuadrado de la realidad,
para escribir una autobiblia halógena
que se lea en mis ojos.
 
Safe Creative #1207031912619



Foto:
-Fotograma del largometraje Tetsuo (1988), de Shinya Tsukamoto