domingo, 3 de junio de 2012

Juan en Patmos
























El aire es metal y todo es gris
cuando todos atraviesan este triste paraje.
Es un desierto de conocimiento,
puede que una nueva biblioteca de  Alejandría,
pero también, como ella,
es enterrada en las arenas de la indiferencia.
Babilonia quiere atraparnos,
secuestrando nuestra vida
con jornada completa de inutilidad
y décadas de sementalidad consumista.
Pero tenemos que ser puentes de Midgard
y gritar lo que debe ser gritado,
ser traductores de esas runas sin remisión
aunque no las entendamos.
Esto es un gran libro,
así que abrámoslo y que nuestra mente
se divida en palabras.

Es 1999 y sé que el mundo va a acabar.
El saber está en todas partes,
mi cerebro se reparte por todo el aire
y cada trozo es uno,
pero hay miríadas de trozos.
Puedo estar en cualquier lado
y pensar todas las cosas,
pero más bien las piensan mis trozos.
Una entropía retroalimentada,
muero y nazco constantemente
sin posibilidad de atraparme.
No existen máquinas capaces de medir
El número de “yóes” que tengo,
pero ahí están formando todo,
como piezas de un puzzle perceptivo,
automática,
inconscientemente,
como bits,
como pixels,
puro caos,
puro ser,
dando patadas a los átomos,
violándolos,
para hacerse sitio.

Safe Creative #1206031750276




 Foto:
-Alan Moore