Salgo de la espuma
y me recibe el ulular de las serpientes.
Ando por las calles
y una danza de sapos sigue a mis pies.
Hay cárceles de espinas.
Las paredes están alicatadas de carteles:
"Sigue buscando".
“¿Dónde crees que vas?”.
“Ya queda menos”.
“¿Yo qué sé?”.
“Muerte”.
“Vida”.
“Lucha”.
Me pierdo...
Abajo,
en los baños de los bares,
dragones me golpean de un lado a otro
y mi meada es la única conexión con la realidad,
llevándose trocitos de mi alma,
o es la palanca de Arquímedes
que moverá los cimientos del mundo.
No lo sé....
Arriba,
estáis todos.
Es el día “D”
y desembarcáis vuestras almas encadenadas
esperando liberar la playa con tiros de alcohol.
Reís y me rodeáis
y, aunque te veo con tu forma de llave,
sigo estando solo.
Ando sin tocar el suelo
y combato con cíclopes
en el ring de mi cerebro,
pero lo que yo quiero es ahogarme
en ese mar abierto, sereno,
que estoy viendo a lo lejos,
justo delante de mí.
Foto:
-Ilustración de Jose Ángel Conde (Josef A.)
